Un poco de nosotros

Esta aventura comenzó como una más de las muchas que empezamos en nuestro devenir por la vida. Con una ilusión compartida por participar en la primera carrera de 24 horas en bici que se realizaba en España (24Doce) y con la ayuda indiscutible de Santi y su entrega por compartir todo aquello con nosotros. Y allí que nos apuntamos 8 gatos poco duchos, que querían dar 35 vueltas en 24 horas, de ahí nuestro nombre “35birras” (1 cerveza por vuelta), que nos pareció razonable, por supuesto nuestra estimación ni se aproximó a la realidad. Pero aquel día nos daba igual las vueltas que hacíamos, el tiempo que empleábamos y el cansancio que teníamos, lo importante era vivir aquello tal y como lo vivimos...

Al año siguiente no se distanció mucho de éste, ya que nos creímos perros viejos al menos para esta carrera y nos apuntamos a la modalidad de 12 horas porque pensamos que sería más fácil, eso sí, ya eramos 3 grupos de cuatro en vez de 8 gatos...

martes, 22 de marzo de 2011

20110320 Villalba - El Escorial

La nueva ruta estuvo bastante entretenida. Al final a la ruta nos animamos Jorge, Enrique, Sergio, Toño, dos colegas de Sergio (Santi y Manolo) y yo mismo. Salimos desde la misma Plaza de la Estación de Villalba sobre las 09:15 h. Empezamos con un buen ritmo ya desde el principio, ritmo que prácticamente no descendió hasta el final. El perfil bastante llano de la ruta lo permitía. Tras un tramo de acera y carretera accedimos a una zona con bastante piedra que facilitó la caída de Enrique, pero sin más consecuencias. Rápidamente pasamos a la parte más divertida de la ruta; en descenso con curvas constantes a derecha y a izquierda y con abundante vegetación, nos recordaba un tanto al Pardo pero aún más sinuoso. Una merecida parada sobre un embalse para dejar constancia de nuestro paso por el singular paraje -llevábamos quice kilómetros en cuarenta minutos- Proseguimos hacia El Escorial por un camino similar, aunque ahora picaba hacia arriba. Ahí tuvimos tres nuevas caídas sin más problemas de Manolo, Santi y Enrique -que quiso probar de nuevo cómo tirarse de la bici con las calas nuevas-. En el kilómetro 24 ya teníamos el monasterio ante nuestros ojos y llevábamos dos horas de ruta. A pesar del buen ritmo que llevábamos, las constantes paradas para abrir y cerrar las cancelas que íbamos teniendo a nuestro paso y algún pequeño ajuste en las bicis fruto de las caídas, hizo algo más lento este tramo. A pesar de los enormes charcos que fuimos atravesando en los dos primeros tramos donde tuvimos que atravesarlo con gafas de bucear, nada hacía presagiar lo que nos íbamos a encontrar en el tercer tramo. A tan sólo ocho kilómetros del final nos encontramos con una zona pantanosa de aproximadamente 100 metros que nos llevó atravesarla más de quince minutos. El lodazal era tal que las caricias de las zarzas al aproximarte a los laterales era lo mejor que te podía pasar. Como teníamos más charcos logramos desembarrar los discos y el cambio y continuamos dando caña. Pasamos por un Monesterio en ruinas plagado de cigüeñas -edificio destinado a la caza en época de Felipe II- y ya desde allí Jorge, metió una marcheta más fuerte que nos permitió acabar la ruta de casi 40 kms a las 12:15h. Seguro que merece la pena ver las fotos y el video de Sergio.
(Por Fernando)

1 comentario:

  1. Bueno, ¿Que pasa aquí?, esto no se mueve, no hay crónicas, no hay fotakas, vamos a tener que hacernos una buena ruta.

    ResponderEliminar