14/03/2010 Ruta por Patones

Con un día precioso por delante (no se veía una nube en el cielo) de esos que te animan a coger la bici, pero con un frío de carajo (estabamos a 2 bajo cero) nos juntamos en el parking del Pontón de la Oliva 5 ciclistas (Jorge, Fernando, Vicente, Alberto, el cuñado de Jorge y Santiago) dispuestos a sufrir un ratillo.
Para ir abriendo boca, utilizando la pista de servicio del canal, comenzamos la subida hacia Alpedrete de la Sierra, donde Alberto, a pesar de que iba repitiendo que iba muy lento, que nos hacía esperar, demostró que estaba bastante en forma para hacer más de cinco años que no pilla una bici, ya me hubiera gustado a mi, subir como subía el, cuando me empecé a aficionar a esto y si no que le pregunten a Jesús, por mis famosas pájaras....
Una vez llegados a Alpedrete y finalizado el tramo de asfalto, comenzamos a movernos por tierra. LA verdad es que me esperaba que el camino estuviese en peor estado después de todo lo que ha llovido este invierno, pero no estaba demasiado mal y excepto algunos tramos con algo más de barro, en el resto era bastante fácil rodar.
Antes de comenzar la bajada que nos llevaría a la Presa de la Parra, paramos a tomar nuestras habituales barritas energéticas, donde alguno comenzó a echar en falta su buen bocata de ibéricos con queso, vamos comida sana que no falte.
Comenzamos la bajada, afortunadamente sin percances, aunque si con sustos. Fernando casi perdió el control de su bici bajando, ya que en un momento, empezó a culear y saltar como un caballo desbocado, pero un par de golpes de espuela y la puso de nuevo en su sitio. En una curva con un charco helado, yo que ya me veía en el suelo, conseguí tomarla usando la cuneta y parte de la pared del monte. Por último el susto más grande fue cuando llegamos al final de la bajada y nos encontramos con que Vicente que iba el primero no estaba y para colmo no podíamos llamarle por que todos estabamos sin cobertura. Ya empezabamos a pensar que se habría caído en algún sitio y no le habíamos visto, cuando pasó a nuestro lado como un Sputnik, el tío se había saltado un desvío y se había ido por otro lado. A partir de ahora llevaremos un par de Walkies, para no quedarnos incomunicados.
En la Presa de la Parra, que gracias a todo lo que ha llovido estaba llena de agua y con los alrededores todos verdes, como de costumbre bicis al hombro para pasar las bicis por la zona del derrumbe y nuestras acostumbradas fotos, con poses de lo más artísticas.
Una vez pasada la presa, comienza de nuevo la subida hacia el parking. Aquí que yo iba con prisas, avisé al resto del grupo que tiraba a mi ritmo y no podía esperar a nadie, con lo que directo al coche y me tuve que saltar nuestras habituales charlas del final, esas de "que bien subía hoy", "anda que hoy me has dado estopa bajando", "Habeis visto que velocidad".... Espero no perdermelas en la próxima, sobre todo las cervezas.
En breve colgaré el track de la ruta. Las fotos son cosa de Jorge y Vicente que son los que las hicieron.
Fotos de la ruta