28/2/2010 Vía verde del Tajuña

Al final 4 valientes decidimos hacer frente a la Ciclogénesis Explosiva y aventurarnos a dar una vueltecilla con nuestras máquinas.
A las 9:00, unos más puntuales que otros, nos presentamos en la estación de metro de Arganda del Rey (un pardillo estaba esperando en la estación de metro de La Poveda, parece que se me había olvidado eso de leer...), los 4 mencionados, Fernando (que estrenaba burra nueva), Enrique, Vicente y Santiago.
Hacia las 9:30 ya estabamos todos listos y cogimos la vía verde que nace al lado del metro. Nos sorprendió ver que el trazado no era camino de gravilla como esperábamos, sino carril bici. Nada más empezar y para ir abriendo boca y calentar bien, la subida desde Arganda del Rey a la Cementera, aproximadamente unos 150 metros de desnivel. Nada más coronar, se inicia un descenso con el mismo desnivel, hasta Morata de Tajuña, donde Vicente y Fernando se emocionaron y cuando nos quisimos dar cuenta Enrique y yo, habían desaparecido de nuestra vista ¿quien decía que Fernando no bajaba bien, que le daba miedo...? como se nota el cambio de montura.
Una vez se llega Morata, la ruta es prácticamente llana, con lo que sin darte cuenta vas haciendo kilómetros como si nada. Como la ruta no era circular y habíamos salido sobre las 9:30 nos pusimos como límite las 11:30 para dar la vuelta y llegar a los coches antes de las 14:30, hay que tener en cuenta que teníamos que parar también a avituallarnos. Pasado Perales de Tajuña, con una entrada directa desde la vía verde, hay un hotel/restaurante, donde también alquilaban bicis, que nos atrapó y decidimos hacer allí la obligada parada a tomar nuestras deliciosas barritas macrobioticas de Jamón en sus distintas variantes.
Una vez repuestas las fuerzas, iniciamos la vuelta a Arganda, donde llegamos para nuestra sorpresa y deleite, hacia las 13:30, tras haber recorrido aproximadamente unos 70 km, en aproximadamente 3 horas, con lo que nos dió tiempo a terminar la jornada con unos deliciosos zumos de cebada de la región, acompañadas de delicias de cerdo tostadas a fuego lento y unos cuadrados de patata rebajados con salsa blanca en base de aceite de oliva, mayormente lo que vienen siendo unas cervecitas con cortezas y patatas alioli.